lunes, 18 de abril de 2022

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DE LA VIDA Y DE LA TIERRA. Método inductivo y deductivo.

                                    Reflexiones sobre investigaciones         

A lo largo de la historia las personas dedicadas a la ciencia han desarrollado diferentes maneras de explicar el mundo que les rodea. El afán en la búsqueda de la verdad sobre las cosas ha precisado de unas “pruebas” y/o una lógica para cautivar la comprensión de aquel que escucha.

Incluso desde la infancia hemos sido capaces de elaborar un razonamiento a partir de problemas que iban surgiendo con la interacción con el entorno. Un estudio publicado en la revista Science en marzo de 2018 concluye que las habilidades para elaborar deducciones lógicas aparecen desde edades tempranas incluso antes de aprender a hablar.

Así, se pueden resumir las estrategias de razonamiento de la mente humana en dos tipos: el método inductivo y el método deductivo. A grosso modo podemos resumir las diferencias en que el primero va de lo particular a lo general partiendo de observaciones empíricas y extrapolando a una teoría general que puede ser rechazada con nuevas observaciones. Es el método que sigue el método científico. En cambio el método deductivo parte de lo general a lo particular y trata de demostrar si ciertas teorías previas generales son verdaderas o falsas.

Un ejemplo de investigación basada en el método inductivo lo encontramos en esta noticia de  marzo del 2021 en la que se concluye que los neandertales pudieron haber sido capaces de oír y hablar de una manera parecida a nosotros. En el artículo se detalla cómo los investigadores llegaron a tal conclusión. Diferentes pruebas de tipo genético y anatómico apoyan la hipótesis. Durante décadas se pensó que las vías aéreas de los cráneos de neandertales se asemejaban más a las de los chimpancés y por ello no eran capaces de reproducir un lenguaje oral como el nuestro. Dos tipos de pruebas cambiaron esta creencia. La primera evidencia está relacionada con el estudio del ADN fósil que prueba que los neandertales tenían la variante humana del gen FOXP2 íntimamente relacionada con la capacidad del habla. La segunda prueba es la evidencia paleontológica. Mediante el estudio realizado sobre modelos tridimensionales del oído interno y oído medio de hasta 9 ejemplares de cráneos de neandertales se ha podido establecer esta capacidad humana del lenguaje. Este es un buen ejemplo de cómo la ciencia evoluciona cuando se sigue el método inductivo: en un primer momento la hipótesis era que los neandertales no eran capaces de comunicarse con el lenguaje pero en la actualidad, tras la aportación de nuevas pruebas empíricas, se puede concluir que no era así.



Como ejemplo de método deductivo podemos analizar el siguiente artículo relacionado con la “teoría de los seis grados de separación”. Esta teoría fue propuesta inicialmente en 1930 y defendía que las conexiones entre conocidos de la población humana necesitaba tan solo de 6 contactos para conectar el primero con el último. En 1950 se propuso establecer la teoría matemáticamente mediante fórmulas de probabilidad. En 1967 se intentó demostrar empíricamente esta teoría mediante el envío masivo de una postal a los contactos conocidos para cuantificar este grado de conectividad. Pero ha sido gracias a las redes sociales como Facebook y Twitter que esta teoría se ha podido cuantificar y demostrar así mediante el método deductivo que se acerca mucho a la teoría establecida anteriormente sin ningún dato empírico hasta ahora.

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