lunes, 20 de junio de 2022

FÍSICA DE LA VIDA COTIDIANA. Cómo quitar la grasa de los caldos.

                                                  Como quitar la grasa de los caldos

 

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En general las grasas de origen animal están formadas principalmente por grasas saturadas. Una de las maneras de diferenciar las grasas de este tipo y las insaturadas (las de origen vegetal y por tanto más saludables) es que solidifican a temperatura ambiente. Así podemos ver que la grasa del jamón es blanca y visible a simple vista pero se derrite cuando se calienta. No ocurre lo mismo con el aceite de oliva, por ejemplo, que se mantiene líquido a temperatura ambiente. El punto de fusión de las grasas saturadas son más elevados que las grasas insaturadas:

En el vídeo se observa cómo las grasas saturadas se adhieren al hielo rápidamente al contactar con su superficie helada. Se transforma de líquido a un estado más consistente.

En lugar de esperar a que se enfríe el caldo y retirar las partes solidificadas de grasa cuando se enfría, podemos utilizar éste método. Existen otros métodos cuyo proceso es el mismo como el de utilizar cucharas frías.


domingo, 19 de junio de 2022

FÍSICA DE LA VIDA COTIDIANA. Una medida

   Una medida

Aunque el tiempo en el Sistema Internacional de Unidades se mide en segundos, solemos medir el tiempo en otras diferentes según de qué estemos hablando. En el día a día utilizamos minutos y horas: para concretar una cita, para cocinar, para estudiar. Los días, semanas y años son también unidades comunes para medir el tiempo. Y aunque conocemos con precisión lo que significa cada unidad de tiempo también las utilizamos para expresar sensaciones o emociones: “llevo 2 horas esperando!” cuando en realidad se ha estado 10 minutos y no 120 minutos; “dame un segundo” que posiblemente se convierta en 300 segundos; “hace siglos que no te veía” cuando es imposible que pasen más de 100 años sin verte con algún conocido.

Culturalmente existen otros tipos de medida no oficiales como pueden ser el santiamén, el periquete, pispás, canto de un gallo, un rato, un momento etc, que son relativos y poco precisos pero que tienen un sentido en contextos concretos

Instrumentos de medida comunes son el calendario en el que se divide un año en meses, semanas y días; el cronómetro que se suele utilizar de forma precisa por ejemplo en las metas de las competiciones y puede ofrecer decimales como los 100 metros lisos donde el récord está en 9 segundos y 58 segundos; un reloj de arena que dependiendo de la cantidad de arena dará una medida diferente; el reloj que mide las horas, minutos y segundos.

Un inciso: se ha de tener cuidado a la hora de expresar los decimales en el tiempo. Se puede llegar a confusiones cuando escribimos por ejemplo “dos horas y media” en números ya que si escribimos 2,5 se ha de tener en cuenta que significa 2 horas y 30 minutos. 

En el ámbito profesional existen otros instrumentos de medida como la “datación radiométrica” donde se utilizan isótopos radiactivos para datar rocas, minerales y restos orgánicos. El ejemplo más conocido es el método del carbono 14 pero combinado con otros tipos de isótopos se ha podido elaborar con mayor precisión una escala de las eras geológicas. Es decir, una cronología de la edad de la Tierra y de los seres vivos.

Y también se puede incluir aquí como instrumento de medida la “línea del tiempo” o Cronología empleada para el estudio de sucesos de la historia de la Humanidad. En siglos se separan por ejemplo en  Edad Media, Edad Moderna, etc; Edad de Piedra, Edad del Bronce, etc, Civilización egipcia, Imperio romano, etc.

Y aunque conocemos con precisión las diferentes unidades en las que se mide el tiempo y cuáles son sus subdivisiones, es inevitable que su paso a veces se convierta en algo relativo. A veces el tiempo pasa volando y otras parece que se detenga. Sobre la crianza de los hijos hay una frase que dice: “Qué largos son los días y que rápido pasan los años”.



jueves, 16 de junio de 2022

FÍSICA DE LA VIDA COTIDIANA. Bizcochos esponjosos.

                                                                 Bizcochos esponjosos

Mis hijos tienen unas peonzas o “chivas” y han practicado tanto que ya son verdaderos expertos. Yo también he probado. Algunas veces consigo que gire sobre su punta pero otras tantas no. Desconozco qué es lo que hago bien y lo que hago mal cada vez. Seguro que no es cuestión de suerte y que hay una explicación científica pero se me hace demasiado complicado descubrirlo…demasiadas variables a tener en cuenta. 

Con los bizcochos caseros me ocurría algo parecido: algunas veces la masa subía y otras veces no. Así que, como supongo la mayoría, durante el confinamiento tuve el tiempo necesario para aplicar un método que fuera cien por cien efectivo. Primero comprobé la receta (la básica, que luego hay variables) en varios libros y con la que utiliza mi hermana que es la famosa receta de la “medida de yogur” (1 yogur, 1 aceite, 2 azúcar, 3 harina, tres huevos y un sobre de levadura química). Se mezclan los ingredientes y se meten 30 minutos en horno previamente calentado. 

Yo seguía escrupulosamente la receta: cantidades y pasos. Mi hermana conseguía esponjosos bizcochos pero yo no.

 ¿Por qué sube la masa de un bizcocho? La levadura química es el impulsor que se utiliza en repostería para la formación de CO2 o “gasificación”. Las burbujas con este gas inflan la masa al ocupar un espacio. Este proceso se desencadena con el calor del horno al activar el bicarbonato de sodio de la levadura química en una reacción ácido-base. 

Hipótesis: algo pasa en el momento en el que debería ocurrir la gasificación. Al detectar el posible problema recuerdo momentos en los que he querido formar pompas de jabón, pompas con el chicle o como se forman burbujas diferentes si pongo a hervir agua o un puré. Recuerdo que los chicles después de masticarlos durante largo rato ya no hacían las pompas igual. Me planteo la posibilidad de que la mezcla para hacer el bizcocho esté demasiado batida dando lugar a una consistencia más líquida.

Hago la prueba: una en la que los ingredientes son mezclados con batidora y cuyo resultado es una crema líquida y otra en la que los ingredientes son mezclados manualmente con varillas y el resultado es una mezcla más esponjosa, ligera y aireada.

Resultados: el bizcocho sube cuando la mezcla es manual y la consistencia no es ni demasiado líquida ni demasiado espesa. Cuando bato en exceso los ingredientes el bizcocho no sube.


Comparto la receta con más personas y descubro que algunas veces el bizcocho tampoco sube cuando el batido es manual. Seguimos indagando y parece ser que existen otras posibles variables que pueden afectar: abrir el horno para comprobar antes de los 30 minutos rompe la acción de la levadura química o activar el calor arriba y abajo y no solamente abajo…

Con la peonza hace tiempo que tiré la toalla. Con los bizcochos lo sigo intentando. Al final encontraré el método infalible para obtener un bizcocho esponjoso.

martes, 14 de junio de 2022

FÍSICA DE LA VIDA COTIDIANA. Ilusiones ópticas

                                                                   Ilusión óptica


Los trampantojos, ilusiones ópticas y demás efectos si algo nos provoca es sorpresa y la mayoría de las veces sacarnos una sonrisa. Están ligadas al sentido del humor del que los crea y de los que observan. Navegando por Internet buscando ilusiones ópticas descubro que la playa es una de las principales fuentes para crear trampantojos. La imagen de arriba es una de ellas y por supuesto que lo pienso hacer este verano!: colocar la toalla de manera estratégica a la hora adecuada cerca de la bandera que coloca el socorrista, buscar el ángulo adecuado y el resto lo hará la imaginación de cada persona. 

Es obvio que no existen alfombras voladoras. Pero mi cerebro las ha visualizado a través de películas o a través de mi propia imaginación. La sombra proyectada en la arena por lo que parece una bandera (ya no me fio de lo que veo) es la clave para crear el efecto buscado. Me pregunto si hubiera visto lo mismo si no hubiera tenido nunca la imagen de la alfombra voladora en mi cerebro…

Playas, desiertos, llanuras…he encontrado multitud de ilusiones ópticas de usuarios con sentido del humor. Supongo que la explicación de realizarlos en estos lugares es la amplitud de espacio para buscar el ángulo perfecto. Además el horizonte sin obstáculos ayuda para situar objetos a diferentes distancias y “crear” tamaños engañosos. Y no dejan de ser pequeñas obras de arte de creadores con mucha imaginación y ganas de diversión.


lunes, 13 de junio de 2022

FÍSICA DE LA VIDA COTIDIANA. Geometría en la calle

                                                             Una observación

Buscando formas originales y que llamen la atención a primera vista me he quedado anclada en el mundo de las estanterías de pared. Cualquier forma es posible con tal de que los libros u objetos encuentren un punto de apoyo para librar la gravedad. Las baldas verticales y horizontales quedaron atrás en el mundo del diseño mobiliario y vemos líneas curvas e irregulares o formas que imitan la naturaleza.

Sin embargo, mis favoritas son las más sencillas. Pero al mismo tiempo parece que guardan múltiples posibilidades y es lo que hace que haya permanecido mirándolas durante un rato. 


Lo primero que me llama la atención de la primera imagen es que en realidad el estante no existe. Es como si fuera el “negativo” del estante y lo que vemos es el resto del espacio que deja. Además no importa el ángulo en el que se coloque el pedazo de madera, los libros siempre se van a poder colocar perpendiculares al suelo. También admite colocar los libros tumbados sea cual sea la inclinación del soporte. Me parece fascinante como una estructura tan sencilla como un cuadrado admita tantas posibilidades como balda de libros.


La segunda imagen está compuesta por mitades de pirámides irregulares. En este caso ha sido inevitable fijar la vista en las sombras proyectadas. Me había parecido que alguna correspondía a un triángulo equilátero. Lo he medido pero he comprobado que no es así y me ha dado pena que el fotógrafo no lo tuviera en cuenta y hubiera intentado jugar con las luces para conseguirlo!


sábado, 28 de mayo de 2022

INTRODUCCIÓN A LA NEUROCIENCIA. El olfato en imágenes

                                                                               El olfato

Uno de los síntomas que provoca una de las cepas del virus de la Covid-19 es la pérdida del sentido del olfato. Los receptores olfativos se ven dañados y dejan de desempeñar su función y viéndose afectado también el sentido del gusto.

El epitelio olfatorio localizado en la mucosa nasal está compuesto por 3 tipos de células: células sensitivas, células madre basales y células de soporte. En la siguiente imagen se aprecian los diferentes tipos celulares por separado y superpuestas en una sola imagen

A) Células de soporte

B) Neuronas

C) Superposición de imágenes A y B

Fuente: Development of the Olfactory Epithelium and Nasal Glands in TMEM16A-/- and

TMEM16A+/+ Mice. (2015). PLoS ONE 10(6): e0129171. doi:10.1371/journal.pone.0129171

Autor: Maurya DK, Henriques T, Marini M, Pedemonte N, Galietta LJV, Rock JR, et al.

Permitida copia y distribución de imagen

Fuente

https://es.wikipedia.org/wiki/Epitelio_olfativo#:~:text=El%20epitelio%20olfativo%20o%20mucosa,detr%C3%A1s%20de%20las%20fosas%20nasales.

Una vez las células sensitivas captan los estímulos la información es enviada al bulbo olfatorio encargado de codificar la información y enviarla a estructuras superiores del cerebro.

En verde: células madre neurales. En azul: astrocitos

Autor: Oleg Tsupykov

Permitida copia y distribución de la imagen

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Bulbo_olfatorio#:~:text=El%20bulbo%20olfatorio%20u%20olfativo,a%20estructuras%20superiores%20del%20cerebro

Neurona (verde) generada a partir de células madre neuronales del bulbo olfatorio, con botones sinápticos formados por la proteína sinapsina (en rojo), lo que indica contactos sinápticos. / Carlos Vicario et al.

Fuente: https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/las-celulas-madre-neurales-del-bulbo-olfatorio-del-cerebro-generan-neuronas-en

Las células M/T en el bulbo olfatorio se marcaron con Tetbow. Cada célula mitral se resalta con colores únicos que facilitan la identificación de neuronas individuales en alta resolución. Las señales en las somas de células M/T se saturan intencionalmente para que los detalles finos de las dendritas se visualicen mejor. Imagen obtenida de Sakaguchi et al. (2018).

Fuente: https://neuro-class.com/brainbow-un-cerebro-lleno-de-colores/


viernes, 27 de mayo de 2022

INTRODUCCIÓN A LA NEUROCIENCIA. ¿Neurociencia?

                                                                 ¿Neuroeducación?

El prefijo “neuro” está de moda y de manera acertada o desacertada se está utilizando también para referirse a un nuevo marco de la educación. Pero como debe ocurrir con todos los nuevos términos que incorporan este llamativo prefijo se plantea la cuestión de si es necesario o no. Habrá quién defenderá que la palabra neuroeducación tiene un significado concreto que se diferencia del concepto de educación. Pero es posible que otros piensen que es una estrategia de publicidad para llamar la atención e intentar dar un aura de novedad científica.

Por una parte parece innecesario utilizar este prefijo para variar el significado de la palabra educación. Inconscientemente parece que el significado se amplía cuando añadimos neuro. La neurociencia aplicada a la educación sería la traducción natural y espontánea, pero al profundizar un poco en el significado real de la palabra aparecen dudas en cuanto a la necesidad de su uso. ¿No es suficientemente amplio el significado del término “educación” que tenemos que añadirle el prefijo neuro?¿No es un abuso o pretencioso querer envolver su significado con un aura más científica si cabe? No queda clara pues la intención semántica del término: si neurociencia hace referencia a la ciencia que estudia el sistema nervioso y su funcionamiento, neuroeducación ¿tendría que ser la ciencia que estudia el funcionamiento del cerebro durante el aprendizaje o más bien sería como desarrollar el aprendizaje a partir de los conocimientos que se tienen del funcionamiento del sistema nervioso? Estas preguntas parecen responderse solas cuando volvemos al significado de la palabra educación y se llega a la conclusión que por sí misma ya tiene en cuenta las consideraciones mencionadas sin utilizar el prefijo neuro. Así, el mito de la neuroeducación pierde fuerza cuando consideramos la Educación como los procesos pedagógicos utilizados por los educadores y que están en constante revisión en función de la atención empática hacia el estudiante.

Sin embargo, si nos atenemos al buen uso que se puede hacer del concepto de neurociencia encontramos que existen expertos que defienden la neurociencia como una herramienta de mejora en los procesos de enseñanza de los estudiantes. El significado en este caso sería la neurociencia aplicada a la educación sintetizada en la palabra neuroeducación. Es ésta la intención responsable que se pretende dar al concepto y encontramos ejemplos de ello en los numerosos cursos de formación en este campo por parte de organismos institucionales como el Ministerio de Educación. En ellos se pretende abrir un nuevo campo de investigación orientado a mejorar los procesos de enseñanza a partir de los conocimientos que se tienen en Neurociencia. Este punto de vista sería más humilde que el primero ya que no deja de ser una nueva vía de estudio de estos tipos de investigaciones que relacionan el funcionamiento del cerebro aplicado a la enseñanza.

Resumiendo, en términos generales no parece clara la intención que se pretende dar a “neuroeducación”. Un tema tan sensible como la educación de nuestros hijos y que produce preocupación en la mayoría de la sociedad no debería de prestarse a los juegos de confusión intentando vender la idea de las recetas mágicas que nos brinda la neurociencia. Ni siquiera ésta es tan presuntuosa de pretender ofrecer la fórmula definitiva sino una herramienta de conocimiento para seguir aprendiendo.