viernes, 7 de enero de 2022

BIOQUÍMICA DE LA VIDA COTIDIANA

Envases activos y envases inteligentes

Los envases en la industria alimentaria han ido evolucionando a lo largo del tiempo no solo para facilitar su transporte sino también para prolongar la vida de los productos en buenas condiciones y para aportar el máximo de información posible al consumidor.

Los envases activos y los envases inteligentes son dos ejemplos de este tipo de nueva tecnología en los alimentos. 

Un ejemplo de envase activo es el que evita la oxidación de aceites y grasas de las patatas de bolsa. Para ello se utiliza la técnica del envasado en atmósfera protectora.

El aire que nos encontramos en las bolsas de patatas no solo sirve para evitar que las patatas sean aplastadas durante el transporte sino que la mezcla de gases en la que el oxígeno se encuentre en menor proporción retarda la oxidación de las grasas y que se produzca el típico olor a rancio.

Los envases inteligentes tienen el objetivo de proporcionar al consumidor toda la información posible en cuanto al estado del producto alimentario. De esta manera, en caso de que se produzca algún tipo de alteración, por ejemplo ser susceptible de ocasionar un riesgo para el consumo, ésta sea detectada a tiempo. 

Ejemplos de este tipo de envases son aquellos con sensores que detectan cambios de temperatura o cambios fisiológicos y que indican mediante una reacción de cambio de color por ejemplo que esa alteración se ha producido. En mi búsqueda por los supermercados no he sido capaz de encontrar ningún envase de este tipo. Lo que sí he encontrado son etiquetas con códigos de barra y códigos QR del alimento en los que se puede encontrar toda la información del producto en cuanto a su origen, fecha de envasado,  fecha de caducidad, etc.






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